Cómo apoyar la educación en casa de nuestros hijos

María Clara Rodríguez, mamá de Matilde y los mellizos Lorenzo y Luciano, nos habla sobre educación en casa, especialmente para niños en edad preescolar.

A todos nos tocó explorar otras formas de educación en casa y adaptarnos a las diferentes modalidades de enseñanza a causa de la pandemia. Yo siempre había hablado del homeshooling, pero hace poco aprendí que lo que nuestros chiquitos están haciendo en la actualidad no es homeschooling sino remote learning o educación a distancia. ¿Por qué es importante saber esto? Porque al ser modelos diferentes de educación, implican diferentes responsabilidades para nuestros chiquitos, para nosotros y para los profesores.

Les explico. Homeschooling o escuela en el hogar significa que los padres guían al niño en el aprendizaje y algunas veces, un tutor acompaña este proceso. Además, los horarios son más flexibles y dependen de las metas que se establezcan para la educación en casa. Es decir, que no hay una escuela externa que defina logros de aprendizaje o tareas. En cambio, el aprendizaje a distancia o remote learning, requiere de un profesor que es instructor principal, y una institución (por ejemplo, el colegio) que asigna deberes y evalúa. Aquí, nuestros chiquitos son alumnos y alguien más orienta su aprendizaje.

Es bueno que sepamos esto porque, sea cual sea la decisión que tomemos para la educación de nuestros hijos, debemos hacerla informados y entendiendo el impacto que tendrá en ellos. Yo, por ejemplo, elegí que mi hija continuara en el colegio con educación en casa pensando en mantener la misma línea de enseñanza y sabiendo que este modelo se ajustaba perfectamente a las dinámicas de nuestra familia. Y por supuesto, teniendo en cuenta sus deseos, ella adora a sus profesores y compañeros, y estaba esperando con ansias volver a estudiar.

Desde que lo decidimos, mi esposo y yo nos propusimos apoyar al máximo esta nueva experiencia. Está claro que no ha sido fácil ni para nosotros ni para ella, es un reto y estamos trabajándolo un día a la vez. No queremos cargarla de responsabilidades ni quitarle la diversión que encuentra en el estudio.  Esto nos ha hecho ver de cerca el valor que tiene el contacto uno a uno y la socialización en el gusto por el descubrimiento y en el desarrollo, así que vamos a facilitarle este momento todo lo que podamos.

 Aunque estoy segura que todos tenemos la intención de verlos aprender cada día más, no sabemos por cómo empezar a apoyarlos porque nunca lo vivimos. Yo he estado aplicando algunas sugerencias de psicólogos infantiles y expertos en crianza que me han funcionado muy bien y se las quiero compartir.

1. Reduzcan el tiempo en pantallas.

Como nuestros hijos van a pasar gran parte de su día frente a un computador durante la educación en casa, reducir la exposición a las pantallas después de sus clases es ideal para no sobrecargarlos con esta tecnología e incentivar el movimiento físico. Los investigadores en desarrollo infantil han mostrado que demasiada exposición directa puede afectar la creatividad y las oportunidades de usar sus capacidades para resolver problemas.

Teniendo en cuenta esto, nosotros motivamos a Matilde a hacer manualidades, a jugar, a inventar cosas en casa, a cocinar o a desarrollar cualquier idea que tenga con objetos que estén a la mano.

Exploren los intereses de sus hijos y empléenlos para divertirse.

2. Definan y preparen un espacio de estudio.

Delimitar los espacios de educación en casa ayuda a que los niños se concentren mejor. Sugiero buscar un lugar con bastante iluminación y espacio suficiente para que su hijo se sienta cómodo. Es importante que el escritorio esté a una altura adecuada para ellos, y que tengan una silla donde puedan recostarse. Recuerden que, si los chiquitos están incómodos, lo ultimo que pueden hacer es mantener la concentración.

Varias mamás y profesores también han recomendado incluir un banquito o un a base de soporte para descansar los pies, de manera que el cuerpo esté balanceado y el peso se distribuya equitativamente.

Adicionalmente, decórenlo con las cosas preferidas de su hijo, aunque sea un espacio de estudio, debe ser un espacio en el que disfruten estar.  No hay que poner juguetes ni distracciones, pero si usar sus colores favoritos, tener una cajita o bandeja con los útiles que más usa y un calendario para tareas.

3. Sean un modelo de actitud positiva .

Nuestro ánimo va a influir en nuestros hijos y nuestra disposición hacia sus requerimientos también. Por eso, estar dispuestos a mantener una actitud positiva hacia el colegio o modelo de educación en casa que siguen es indispensable para que ellos saquen provecho de este tiempo.

No me refiero a que ocultemos nuestros sentimientos con un falso positivismo, sino a que nos demos la oportunidad de ver las cosas desde un ángulo más optimista. Cada día es una nueva oportunidad para que nosotros modelemos nuestros comportamientos y reacciones y para enseñarlos a los chiquitos.

Yo siempre me emociono antes de las clases de Matilde porque me parece un momento muy lindo y especial. Poder observarla mientras aprende y estudiar me parece mágico y me recuerda su inteligencia y sus infinitas capacidades. Creo que con mi energía y pensamientos le he trasmitido a ella disfrute y expectativa sobre sus clases.

4. Anímense a leer en familia.

La lectura en familia genera unión y estimula las actividades de aprendizaje en colaboración (tenemos un gran artículo sobre la estimulación de lectura en bebés, por si quieres leerlo después aquí).

Seguramente todos nos acordamos de aprender a leer con las novenas de aguinaldos. Creo que a la mayoría de mi generación nos hacían pruebas de lectura con las gozos y las oraciones ¿o no? Bueno es tan sencillo como eso. Nosotros aprendimos vocabulario, perdimos el miedo a leer en voz alta y logramos pronunciar correctamente con una lectura familiar.  Imagínense si hiciéramos esto con nuestros chiquitos una vez a la semana.

En vez de ver una película, dense un tiempo para leer. Creen un espacio divertido en la cama, o en su sala, con cojines y snacks y pónganse a leer historias cortas.  Es más, les digo que se ha demostrado que los niños que tienen tiempos de lectura familiar muestran una mayor confianza en sí mismos.

5. No olviden el tiempo al aire libre

Así como el colegio programa clases de educación física, nosotros también tenemos que encargarnos de establecer espacios de actividad física en nuestro hogar. Esto dinamiza las rutinas y motiva a los niños a moverse.

Mantenerlos activos va a contribuir a que liberen energía, se tranquilicen y duerman mejor. Pueden ser cosas pequeñas, como unos minutos de baile, un paseo, jugar a las escondidas, dar una vuelta en bicicleta o patines, o jugar con un balón.

Por último, les recomiendo no estresarse ni ser exageradamente estrictos porque esto no permite que los niños se adapten. En vez de pensar en lo posibles déficits de conocimientos o en los retrocesos durante este años de educación en casa, piensen que todo el aprendizaje y la educación ha disminuido el ritmo, y los niños de todas partes están pasando por la misma situación. No hay nada que nuestro hijo no pueda a aprender con paciencia y una guía adecuada. 

¿Cómo están viviendo la educación en casa en tu familia? Si pudieras dar un consejo, ¿cuál sería? ¡Cuéntanos en los comentarios!

Mira nuestro IGTV con una mamá que practica el Homeschooling en Colombia